ENCASTE GAMERO CÍVICO
Luis Gamero Cívico compró la ganadería de Fernando Parladé en 1914, junto al hierro, señal y divisa de esta vacada que ha sido origen de la gran mayoría de vacadas actuales.
La ganadería de Gamero Cívico fue vendida en 1925 y dos de los lotes en que se dividió, junto con el hierro, fueron adquiridos por el matador Domingo Ortega. Los otros dieron lugar a las derivaciones más conocidas hoy: Clairac, Samuel Flores y Guardiola Soto. La ganadería de Samuel Flores se formó en 1926 con la compra de una cuarta parte de la ganadería de Gamero Cívico. Estas reses se llevaron por separados a las que ya poseía la ganadería, procedentes de diversas sangres, entre ellas la Jijona. En torno a 1940 los hermanos Flores decidieron eliminar todas las reses cuya procedencia no fuera la de Gamero Cívico.
El toro de Gamero Cívico tiene en común con los de origen Ibarra-Parladé su gran capacidad torácica, ser cortos de manos, caídos de cuartos traseros y de badana desarrollada. Suele tener astas blanquecinas y pitones astifinos y muchas de las derivaciones del encaste lucen cuernas muy desarrolladas
Cada una de las derivaciones de Gamero Cívico ha evolucionado de forma bien diferente aunque, por su origen Parladé, suelen ser fríos y abantos de salida aunque van a más a lo largo de la lidia y acaban entregados en embestidas humilladas y enclasadas.
Por lo general los toros de este encaste son serios y han sido muy habituales en plazas que exigen el toro con trapío intachable y animales duros, fuertes y enrazados, características todas ellas habituales en el encaste.
Taurodelta
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